martes, 31 de enero de 2012

CAPÍTULO 2


EL VIAJE

El Prat estaba vacio, solo se escuchaba las voces de las trabajadoras anunciando los proximos vuelos, caras cudradas habian en los rostros de los soldados. Llegaron soldados de todos los cuarteles de Cataluña.
El avión era incomodo, demasiados soldados para tan pocos aviones... El vuelo empezó bien pero algo empezo a ocurrir las turbulencias empezaron a ser mas fuertes, y todos sabian que no era una tormenta, algo estaba ocurriendo...
Al cabo de tres minutos el piloto del avión anunció la retirada del segundo motor, nadie se alterópero después de la mención de la retirada del primer motor, alborotos ocuparon las estancias del avión, el desorden y desorientación habian invadidos las cabezas de las personas, la distancia al mar era muy poca, todos sabian lo que iba a pasar... todos se prepararon, era el fin los corazones latian a la velocidad de la luz, cinco paracaidas ya no servian porque la distancia era muy corta, llegó el momento...

Todo era blanco, estaba sorprendido, esperaba un recibimiento diferente, no recordaba que San Pedro fuera azul-verdoso y con el pelo y barba blancos, y con cola...
Si. Llevaba una cola azul y todo lo que me rodeaba parecia el paraiso pero muy raro, debido a que era azul.
Todo lo que me rodeaba era azul y con burbujas por todas partes.
San Pedro empezó a hablarme pero... no entendía nada.
Dominaba ocho lenguas distintas pero esa no.
Parecía antigua y en ciertos momentos repetía alguna palabra era algo así como “Are hanrel hiu” que por los rasgos de la cara era algo así como ¿me entiendes? O por lo menos eso me parecía a mi que estaba con los ojos como platos y noqueado...
“¿Quien era ese barbudo? Tiene un aspecto parecido al Cid.
Mucha gente me contemplaba ojos cristalinos caian sobre mi rostro, que se ocultaba sobre mis lustres manos que temblavan como las manos de un alumno cuando el profesor lo amenaza con suspenderle...
Una persona aparentemente mujer llevaba en un hermoso cojín de color rojizo y encima era un brazalete.
Era precioso de color dorado, condecorado con diferentes minerales desconocia completamente.
No me duró mucho esa mar de pensamientos porque un sueño profundo entró por la puerta y caí rendido como si miles de somniferos hicieran de las suyas en mi organismo.
Me desperté a mitad noche y observe que no tenia ni una atadura, me resultó muy extraño pero continue con mi camino...
El paisaje era precioso, montones de edificios me rodeaban, grandes construcciones de diferentes materiales, todos de color azulado se juntaban para formar un paisaje precioso lleno de edificios alrededor de una gran fuente y alrededor de ella se escuchaba una voz angelical, no sabia que idioma era pero era el canto era precioso, la mujer que cantaba era morena con ojos azul celeste y su sonrisa perlas del mar, y su canto...era mágico
Sonaba como los ángeles, era algo especial, algo por descubrir, algo que inventar...
Me miró a la cara, puso la frente sobre mi frente y...me besó.
Si. Me besó. Senti que un millon de gotas de lluvia caian sobre mi cuerpo. Pero... algo pasaba en mi interior un sueño profundo se acercaba, empezé a tiritar, a bostezar y a sentir un calor inmensoempezo a azotar mi cuerpo, una sonrisa surgió de mi cara y...y...
¿Que ha pasado?¿Quien soy?¿Quien era esa bella mujer? Espera. ¿Erauna mujer? Desorientado comenzé mi marcha hasta mi habitación. Miles de preguntas retumbaban en mi cabeza como las olas que chocan contra las piedras cercanas a la costa. Era un punto negro en mitad del océano, un pequeño fallo en el sistema era... era...otro mundo

CAPÍTULO 1


   LA NOTICIA


Eran ya las seis y media de la mañana en Berga el sol salia timido por el horizonte, sus rayos caian reflejados sobre las pequeñas cristaleras del cuartel, la llamada de los pájaros hacian de despertador para todos aquellos soldados y sargentos nos agrupamos en el exterior me dio somnolientos. Todos nos mantenian firmes y rectos ante la poderosa mirada del sargento Vázquez que inspeccionaba la vestimenta de cada uno. Llevabamos cada uno nuestras respectivas gorras de camuflaje y su traje todos estaban preparados cuando el sargento Hierro dió la orden de dispersión, nos agruparomos media hora después mas rectos, hoy empezaban los entrenamientos por tierra, el invierno ya habia pasado la nieve se habia ido llegaron al servicio militar en Noviembre con la nieve ya puesta en los Pirineos y en seguida se fueron hacia la cordillera, escalamos casi todos los picos incluido el Aneto.
Estabamos todos un poco tristes hacia una semana de la muerte de Fornés, aún habia luto en las nuestras miradas cuando el sargento dió orden de marchar, nos fuimos 22 km hacia el oeste hicieron una marcha, yo habia sido obligado a ir y estaba fundido, llegamos al cuartel y me senté en el porche del cuartel, nunca habia ido a una marcha y mi rendimiento fisico era nulo.
Pasaron semanas y por fin habia cogido ritmo, el lanzamiento de granadas habia terminado y comenzaba la supervivencia,
Consisitia en dejar a dos soldados dos semanas solo con dos garrafas de agua y nada más. Las parejas se hicieron y a mi mee toco con Cerezo, un soldado muy seco alto fuerte y que no hablaba con nadie.
Salimos del cuartel a las cinco de la mañana, iba a ser duro las instrucciones eran claras tenian que comer no valia con quedarse esperando tenian que cazar de la forma que sea...
Llegamos a la montaña y las cosas ya empezaban a complicarse cuando no se podia subir. Hizimos mano de navaja que esta totalmente prohibida, que nos la guardamos en las partes intimas asi que empezamos a clavarlas en la tierra arenosa de la montaña .
Problema. A Cerezo se le habia roto la navaja y enseguida a mi cuando toqué la roca donde se habia quedado atrapado mi compañero, la de Cerezo era una multiusos corriente pero la de mia era una suiza Victorinox autentica que le regaló su padre al cumplir catorce, se habian partido por la mitad y se habian caido abajo estabamos en un ligero problema. Me puse isterico estabamos en el borde de un precipicio mayor de 30 metros la caida era fuerte y no se podria saber si mortal...
Cerezo sin embargo reaccionó rápido se quito la camiseta y me pidió la mia, nos las quitamos y las ató haciendo un nudo de montañismo llamado biestrinke que enseñaron en la segunda lección de nudos que ayudo a Cerezo a dar el ultimo impulso y posarse sobre la montaña después me la tiro y subi.
Segundo problema donde dormir, Cerezo queria dormir separado de mi y tenian que hacerse cada uno la cabaña.
Antés de fabricar la casa decidí dar una vuelta a la montaña.
Era una antigua trinchera de la Guerra Civil, habia muros en forma de trinchera y en el suelo culatas, cascos, trozos de tanque y mas cosas. Nada de aquello era util pero en canvio habia una cueva era muy pequeña, siquiera era una cueva era un nido.
Era un nido de jineta exactamente, era muy pequeño pero podia servir para resguardarse y asi no tenia que ir y fabricarsme la cabaña. También estaba el tema de la caza, ya entraba el hambre ya habria que ir a cazar lo primero era las armas. Me construí un tirachinas con una rama de olivo milenario gigante y un arco con un trozo de olmo que estaba seguido de otros tres. El tirachinas no pude fabricarlo debido a una falta de algo que funcione como goma. En canvio el arco si se pudo hacer.
Recorde mis tiempos en Castellón jugando con los vecinos a guerreros y como se fabricaban los arcos. Cogian cañas de india y la cuerda lo hacian con los hilos de una planta llamada esparto que antiguamente se utilizaba para fabricar cordones y zapatillas. El clima árido de la montaña era perfecto para que crezca el esparto no tube que buscar mucho para encontrar la primera pero no le convencia tuve que irme unos 200 metros mas allá para encontrar el perfecto. Estaba verde pero no podia pedir más, no era la época. Uní varias trenzas echas esos hilos, tensó el arco y aún le quedaba las flechas fué facil del mismo olmo cogió sobre 10 ramas y con trozos de pizarra y plumas de urraca, una especie de cuervo, que habian caidas por el suelo y uní con esparto.
Y empezó la acción...
No encontré nada, pajaros y conejos pero los dos muy dificiles casi relativamente imposibles. Intenté fabricar un cepo pero carecia de materiales. Seguí cazando hasta que porfin un conejo no se dió cuenta de que lo miraba escondido en el arbusto mas pequeño.
Preparé el proyectil, fijé la mirada en el objetivo, guiñé el ojo y... ZASH. Ya tenia cena.
Llegué al campamento donde Cerezo habia echo una pedazo tienda aunque le habia costado mucho. La cabaña tenia una base echa con diferentes piedras unidas con arcilla ke cogió del suelo gastando un poco de agua para mezclarla, varias ramas unidas por un cordon que encontró en el suelo y hojas de palmera.
Compartí la comida con Cerezo comimos al aire libre pero el problema era el fuego...
Cerezo se los escondió pegado con celofan en la manga de la chaqueta pero se lo pillaron...
Pero yo sin embargo fuí previsible y me guardé en la mochila dos piedras que dieron por válidas porque no sabian que esas piedras son las que utilizaron el Homo Erectus en el sur de España para encender el fuego. Las cogí de un rio seco que hay en un pueblo del interior de Almeria donde nació smi padre.
Eran grandes y tardaron cerca de una hora pero lo encendieron.
Para cortar y trozear el conejo utilizaron un trozo de pizarra que cogió de la montaña y un cuchillo echo con silex que llevaba que cogió en Castellón, su ciudad natal.
Comimos a gusto, nos hicimos amigos y el ambiente era bueno y como buenos españoles nos echamos la siesta.
Nos despertamos bien pasada la noche de invierno, en verdad eran la seis y media pero sobre las seis en enero ya empezaba a oscurecer.
Por la noche, aguantaron con el mismo fuego y comieron el mismo conejo que les sobró de la tarde.
A lo largo de la semana fué muy parecido, mucha caza y por la noche se dedicaban al tiempo libre. Mejoré mi arco con las tripas que recogio del primer conejo la dejó secar y las utilizo para el cordon del arco. Con los pelajes del conejo los ajusto perfectos para que coincidieran con el arco y se me hiciera mas comodo. Cogimos mas practica respecto al fuego y cada vez nos costaba menos encenderlo.
Pasó la semana y surgimos al cuartel con el amanecer del octavo dia. La imagen era preciosa, montones de montañas rodeando de fondo el cuartel de Berga. El cielo estaba rojo y el sol salia por detrás del cuartel, el momento se acercaba, era el momento de volver al presente y dejar la supervivencia. Los dos pusimos de nuestra parte y pasaron una buena semana juntos, trabajamos en equipo y les fué muy bien.
Volvimos todos muy puntuales pero el momento llegó...
Los comandantes lo sabian y se miraron antes de ponerse a hablar.
-Bueno princesitas es la hora. Habeis trabajado muy duro para este momento, es hora de partir.
Todos los soldados se miraron pero un soldado miraba atónito hacia los lados sin saber bien que decir, era yo.
“Que es eso de partir, ¿ A donde? Que es todo esto.”
Todo se le quedó aclarado cuando el sargento Hierro empezó hablar y lo explicó todo.
No me lo creia, eso estaba muy lejos y era solo un chiquillo.
Todo esto que han estado haciendo para eso. Una guerra.
Nicaragua habia estallado, dos ejercitos frente a frente, el sudor de los soldados luchando, el dolor de los hermanos contrincantes , el temor de los menos valientes, amigos matandose, familias partidas por eso, era despreciable.
El viaje iba a ser duro iban a ser 14 horas de vuelo muy duras en un avión militar. Los Jeeps militares fueron a por ellos a la tarde

lunes, 30 de enero de 2012

Nuevo Libro!!

Despues de escribir mi primer libro que no ha sido publicado debido a que no me pareció bueno el desenlace, vuelvo a las andadas con un relato de fantasía y de amor puro pero imposible...
Hize una pequeña hipotesis sobre un continente perdido llamado la Atlántida, al final del libro publicare la tesis sobre el continente perdido.
Una fallo en el sistema llevará la paz a un nuevo mundo. Y la traición llevara a un amor imposible y a una guerra eterna...